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Establecer Límites en el Trabajo: Clave para tu Bienestar y Productividad

  • Foto del escritor: María Salinas
    María Salinas
  • 17 ene
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 17 ene

Descubre cómo definir límites saludables puede transformar tus relaciones laborales y proteger tu equilibrio personal.


Son las siete de la noche del viernes. Estás a punto de cerrar tu computadora. Ya verificaste que no queda ningún pendiente en tu bandeja y revisaste un par de veces la lista de prioridades para comenzar el lunes. Tienes una reunión con tus amigos en un par de horas y necesitas tiempo para alistarte y manejar hasta el restaurante.

De pronto entra un mensaje de tu jefa. Puedes leer el contenido sin tener que abrir la aplicación, por lo que ella no sabe que lo has visto. En el texto te dice que te espera en Teams, que le urge y no es opcional. Quiere revisar contigo una propuesta que le enviaste dos días antes, en donde explican a un ejecutivo del corporativo global los avances del proyecto en el que están trabajando.

Ella no se ha conectado en todo el día por estar atendiendo asuntos personales y tú sabes perfectamente que tienen hasta el siguiente miércoles para enviarlo.

Por más que tratas de resistir, terminas por abrir el mensaje y te conectas a la reunión. Vas a llegar tarde a tu cita o tal vez ya ni llegues por la hora en la que sabes que acabará la llamada. Sin embargo, estás consciente de que si ignoraras el mensaje, la noche, el fin de semana y el lunes serían una pesadilla para ti, porque has malacostumbrado a tu jefa a responder siempre sin importar la hora y el día.


¿Te ha pasado?


Establecer límites razonables en una relación de trabajo es esencial para fomentar un estado mental saludable, reducir el estrés, mejorar tu estado físico, sentirte equilibrada(o) y más productiva(o).

En cualquier tipo de relación, ya sea personal o laboral, establecer límites claros bajo un marco de respeto mutuo no solo te ayudará a prevenir el agotamiento, sino también a promover relaciones mucho más sanas y a tener una comunicación adecuada.

En este artículo, te ofrezco algunas estrategias para definir y mantener límites saludables en tu trabajo. Pero antes, es valioso que comprendas la importancia de establecerlos, ya que son guías que definen la interacción que tendrás con tus superiores, pares y miembros de tu equipo, tanto en tu trato con ellos como para hacerles saber de qué manera y hasta dónde estás dispuesta(o) a relacionarte con cada uno.

En una relación en donde los límites no han sido establecidos o no se han puesto de manifiesto de forma clara, tiende a haber conflictos, malentendidos, desequilibrios y cargas de trabajo mal estructuradas que pueden ocasionar baja productividad, desmotivación e incluso problemas de salud.


Identifica tus necesidades y prioridades

El primer paso para establecer límites saludables es que definas claramente cuáles son tus valores, necesidades y prioridades personales. Para hacerlo, puedes formularte las siguientes preguntas:

•           ¿Cuáles son las responsabilidades principales de mi rol?

•           ¿Qué actividades o comportamientos interfieren con mi productividad o bienestar?

•           ¿Qué nivel de disponibilidad estoy dispuesta(o) a tener fuera del horario laboral?

•           ¿Hasta dónde estoy dispuesta(o) a ceder en caso de ser necesario?

•           ¿Qué tan dispuesta(o) estoy a ser empática(o) para tolerar ciertos comportamientos y actitudes?

•           ¿Qué tan preparada(o) estoy para identificar faltas de respeto o en qué punto dejo de sentirme cómoda(o)?

•           ¿Qué tan preparada(o) estoy para poner un alto o expresar mi malestar cuando sea necesario?

Responder estas preguntas te ayudará a identificar las áreas específicas que debes trabajar o de qué manera debes poner los límites que te permitan tener relaciones productivas y respetuosas en donde tengas libertad para manejar el tiempo, tener una comunicación asertiva y cumplir con las expectativas de desempeño.


Comunica tus límites de manera asertiva

Expresa tus necesidades de manera clara, respetuosa y firme, sin ser agresiva(o) ni pasiva(o). Por ejemplo, en lugar de decir: "No te voy a contestar porque no es horario laboral", puedes cambiarlo por: "No estoy disponible en este momento porque ya terminó la jornada. Si no es algo muy urgente, podemos revisarlo el lunes a primera hora".

Siempre usa un tono profesional y, muy importante, ofrece soluciones o alternativas que muestren que estás poniendo un límite, no negándote a realizar las tareas. Es decir, demuestra que siempre estás dispuesta(o) a colaborar, pero dentro de parámetros razonables.


Aprende a decir no

Este es tal vez el límite más importante de todos y el que más se le complica a la mayoría. A muchos de nosotras nos educaron de manera impositiva o, peor aún, con chantajes en donde la posibilidad de negarnos era imposible o muy mal vista. Eso nos ha convertido en adultos a los que nos cuesta decir que no, aun cuando es una habilidad fundamental para sentirnos equilibradas y tener relaciones saludables.

En la mayoría de los casos, la imposibilidad de negarse a realizar tareas en el ámbito laboral tiene como consecuencia cargas de trabajo excesivas y expectativas poco realistas, porque muchas personas no saben decir que no, aun cuando lo que les han solicitado excede sus capacidades, conocimientos y/o responsabilidades. Para negarte con respeto y efectividad, prueba lo siguiente:

•           Agradece la confianza, pero sé sincera(o) en cuanto a tu carga de trabajo o capacidad para resolver la tarea que te piden.

•           Deja claro por qué no puedes hacer la tarea, evitando argumentos como justicia o desigualdad que puedan parecer un pretexto. Por ejemplo, en lugar de: "No, porque me parece injusto que me pidan esto a mí, que soy quien tiene más trabajo de todo el equipo", di: "Agradezco la confianza para encargarme esta tarea; sin embargo, debido a mi carga de trabajo actual no la tendré podré tenerla en tiempo y forma. Prefiero ser honesta(o) y evitarte un contratiempo antes que aceptar una responsabilidad que sé que no podré cumplir".

•           Si es posible, ofrece una alternativa que sea satisfactoria para ambas partes.


Sé tu propio líder y establécete límites

Debes aprender a ponerte límites y ser disciplinada(o). En la medida de lo posible, establece horarios que te permitan tener una agenda más controlada y efectiva.

•           Define horarios específicos y establece el momento del día en que vas a dejar de responder mensajes y correos laborales.

•           Programa tu teléfono para dejar de recibir notificaciones fuera de los horarios de trabajo establecidos.

•           Sé muy disciplinada(o) para mantener al día tu calendario compartido y dejar muy claros tus horarios.

•           Si necesitas momentos de concentración en donde no deseas ser interrumpida(o), bloquea en tu calendario compartido esas horas de manera que todo el mundo sepa que no estás disponible.

Estas son formas efectivas de establecer límites con respeto y de forma clara.


Maneja adecuadamente tus relaciones

Es posible que enfrentes resistencia de parte de superiores y colegas. En este caso, siempre mantén la calma, pero sé firme en tus límites y convicciones. Probablemente necesites tener una plática sincera y abierta sobre la manera en la que estás dispuesta(o) a colaborar y llegar a acuerdos; sin embargo, nunca trates de tener esta plática si tú o la otra parte están alteradas(os). Espera a que todos estén tranquilos para tener esa conversación.


Haz los ajustes necesarios

En la vida, lo único constante es el cambio. Por lo tanto, tus límites no están escritos en piedra y deberás ajustarlos de acuerdo con el momento y las circunstancias. Revisa constantemente cómo te sientes y se completamente honesta(o) contigo misma(o) para no ser demasiado laxa(o) y al final terminar sin ningún límite, ni tan exagerada(o) e inflexible que te ocasione problemas o falta de crecimiento laboral. Encuentra el balance perfecto y toma siempre en cuenta que en cualquier relación el principio rector es el de ganar-ganar, es decir, encontrar el acuerdo que deje satisfecha a ambas partes.

Establecer límites saludables en una relación de trabajo no solo protege tu bienestar, sino que también contribuye a un ambiente laboral más eficiente y armonioso.


 
 
 

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